(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria, Devocional No. 053)
Cuando enfrentamos una dificultad, prueba o
ataque espiritual, el desánimo, la duda, la crítica o la murmuración, aparecen
como enemigos que quieren atacar la fe, desvirtuando la bondad de Dios, su
poder y soberanía.
Es muy importante recordar que a Dios nada lo toma por
sorpresa, él continúa sentado en su trono y gobernando todas las cosas, él
sigue siendo el Hacedor de milagros, Aquel que llega en el momento preciso para
manifestar su gloria. Veamos este interesante estudio
JESÚS SANA A LA
SUEGRA DE PEDRO
“Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de
éste postrada en cama, con fiebre.
Y tocó
su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía”, Mt. 8:14-15.
Cuando Jesús llega
todo es transformado, también los hogares y familias. Había enfermedad en casa
de Pedro. A veces en nuestra casa hay tristeza, depresión, crisis matrimonial,
dificultades con los hijos, heridas del corazón, pero Cristo es poderoso para
cambiar las cosas. El Señor Jesús tiene el poder para restaurar.
La suegra de Pedro estaba postrada en cama
con fiebre (enferma, limitada, impotente), y Jesús la tocó… y aquello que la
oprimía, que la afligía se fue, y ella se levantó, “y les servía”. Tal vez has
caído, o tropezado, o estas postrado, o desanimado, pero Dios puede levantarte,
y renovarte para que lo sigas, y con un corazón agradecido le sirvas.
Esta porción nos
enseña también que como Pedro con su suegra enferma en casa, podemos estar
siguiendo a Jesús y sirviéndole, y experimentar dificultades y dolencias que superar
en casa. Ante esto, debemos esforzarnos y perseverar, pues Jesús llegará en el
momento oportuno, para establecer su voluntad y bendición en nuestro
hogar.
Jesús
es nuestro libertador y sanador, Mt. 8:16 (“…y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos”).
Jesús es la respuesta y verdad para todos los hombres, el texto nos dice cómo
venía la gente de la ciudad, de Capernaúm, a Jesús: afligidos espiritualmente, vacíos
en su corazón (aunque eran muy religiosos), mal físicamente (enfermos, con
dolencias) y emocionalmente con crisis, depresión, resentimientos, confundidos…
pero encontraron en Jesús su respuesta.
Es
interesante aquí mencionar que Capernaúm (ciudad donde Pedro vivía y ocurren
éstos hechos) significa: “ciudad de consuelo”, y esto fue lo que encontraron
sus habitantes en Jesús: consuelo, sanidad, liberación y salvación.
Jesús es la
verdad que salva y libera a los hombres de la condenación eterna, y después de
acercarnos a él, es fundamental caminar en Su verdad, sin apartarnos de su
Palabra.
Su
obra estaba profetizada, así como su segunda venida, Mt. 8:17 (“para que se
cumpliese lo dicho por el profeta Isaías”). Acerca de Jesús estaba dicho que
nacería de una mujer que no había conocido varón, en una aldea llamada Belén,
que sobre él reposaría el Espíritu del Señor, que estaría predicando en Galilea
de los Gentiles, que andaría sanando a los enfermos y liberando a los cautivos,
que habría de morir en una cruz y al tercer día resucitaría, y fielmente se
cumplió todo lo que estaba escrito de él.
Por todo esto, podemos estar seguros y
confiados que Dios siempre cumplirá sus palabras, pues él no miente, él es la
Verdad, es fiel y verdadero, aunque los hombres e instituciones te fallen, él
nunca te fallará, puedes confiar totalmente en él.
Muy hermoso sermón nos ayuda a confiar en Jesús en medio de la crisis
ResponderBorrarDios te bendiga. Muchas gracias por dejarnos tu comentario.
BorrarBendiciones para ti y tu flia.
ResponderBorrarMuchas gracias, Dios te bendiga.
BorrarQ lindo esos temas Dios los bendiga
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario. Dios te bendiga.
BorrarQ lindo esos temas Dios los bendiga
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario. Dios te bendiga. ---
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