(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria)
Introducción: Aunque David era pastor de ovejas, en su labor aprendió a enfrentar y
vencer a los leones y osos, allí se ejercitó, y aprendió, y luego pudo vencer a
Goliat.
Era un rey, pero a la vez soldado; era un adorador, pero a la vez un guerrero,
era un hombre con un corazón conforme al corazón de Dios, y Dios es: Jehová de
los ejércitos, poderoso en batalla. Debemos concientizarnos de este importante tema
LA BATALLA ESPIRITUAL
I. LA
REALIDAD DE ÉSTA LUCHA, Ef. 6:12.
“Vestíos de toda la
armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del
diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
A. Lucha
del griego "pale" que traduce además: combate cuerpo a cuerpo, relacionado con mecer,
vibrar.
Nota:
El
texto nos habla de un conflicto espiritual, absolutamente real, aunque
generalmente invisible, somos soldados del ejercito de Dios contra el ejército
de las tinieblas (su organización está descrita aquí…), la condición y efectos
de ésta lucha se vive en lo natural…
B. Adversarios:
el diablo y sus ángeles.
Nota: El diablo era un
querubín ungido en el cielo, pero un día se rebeló contra Dios y muchos ángeles
le siguieron, cayeron del cielo (por eso Jesús dijo: “Yo veía a Satanás caer
del cielo como un rayo”), su naturaleza se pervirtió, su sabiduría se
corrompió, se convirtieron en agentes de maldad y destrucción.
Aborrecen el
modelo de Dios y todo lo que tenga Su imagen… procuran destruir a los hombres y
a la iglesia del Señor, aunque la Biblia dice: “las puertas del Hades no
prevalecerán contra mi iglesia”.
II. DIOS HA EQUIPADO A SU IGLESIA PARA
CAMINAR EN VICTORIA.
A. Cristo
derrotó al diablo en la cruz y delegó Su autoridad a la Iglesia, Col. 2:13-15.
Nota: “El acta de los
decretos” era la que indicaba la razón por la cual el criminal era crucificado,
Cristo tomó nuestro lugar, pagó el precio de nuestros pecados, y añade el
texto: “despojando a principados y potestades… triunfando sobre ellos en la
cruz”, el reino de las tinieblas fue derrotado,
Cristo triunfó sobre ellos y
retomó la autoridad, delegándola a su iglesia y por eso le dijo: “en mi nombre
echarán fuera demonios” y también dijo: “He aquí os doy autoridad para pisotear
serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os
dañará”…
B. La
Iglesia ha recibido las armas para mantenerse en victoria, Ef. 6:14-17.
Nota:
Éste
pasaje nos describe la armadura de Dios, entregada a todos sus hijos, para
caminar en victoria, la Escritura nos revela además:
1. La
sangre de Cristo (es la base legal para ejercer Su autoridad),
2. La
Palabra de Dios (la Biblia dice del Señor Jesús: “y con la palabra echó fuera
los demonios” Mt. 8:16),
3. La
unción del Espíritu Santo (Jesús dijo: “yo por el Espíritu de Dios echo fuera
los demonios”).
III. ACTITUDES
ANTE LA BATALLA:
A. Fortalecerse
en el poder del Señor, Ef. 6:10.
Nota: La
palabra “fortaleceos” significa: recibir poder, derramar poder dentro de mí, y
añade: “en el Señor”, quiere decir que recibimos de Dios su fuerza (para
perseverar) y su poder (para servir eficazmente al Señor).
B. Apropiarse
de la armadura de Dios, Ef. 6:11, 13a.
Nota: Es la armadura de
Dios por cuanto es la provisión de Dios para sus hijos, quienes deben
mantenerla puesta, es decir velar, no descuidando ninguna área de sus vidas, porque
el enemigo atacará la parte vulnerable… No esperes el ataque, mantente
preparado.
C. Perseverar
con firmeza, Ef. 6:14a.
Nota: “Estad, pues, firmes”
dice aquí, y el final del vrs. 13 dice: “y habiendo acabado todo, estar
firmes”, los verdaderos soldados que van a la batalla saben esto, perseverar
hasta el fin. La palabra “firmes” indica posición de dominio y seguridad
después de la victoria.
El guerrero va a la batalla con firmeza para vencer, y
luego no yace postrado y derrotado, sino que se mantiene firme sobre el terreno
vencido y sometido, en completa posesión del campo…
D. Comunión
genuina con Dios, Ef. 6:18.
Nota:
El
versículo destaca la oración “en el Espíritu Santo”, nos habla entonces de orar
guiados por el Espíritu, fortalecidos por él, orar en él y con él, inmersos en
su presencia y con su dirección y consejo, pues es nuestro consolador.
Nos
habla de una comunión consciente, apasionada, ferviente, a la expectativa de lo
nuevo que tiene para nosotros… “clama a mí, y yo te responderé, y te
enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces”.
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