1) Sin duda
alguna es muy importante desarrollar y fortalecer una mayor comunión con Dios,
esto nos lo enseña la palabra del Señor de comienzo a fin. En este caso es
fundamental desarrollar una buena comunión con el Espíritu Santo de Dios.
Como bien sabemos para construir una buena amistad se requiere un buen
conocimiento mutuo, tiempo, sinceridad, respeto y un continuo dialogo. Es muy
interesante que la Biblia nos enseñe que Abraham fue llamado amigo de Dios. Fue
un hombre de comunión intensa con el Señor.
2) Actualmente
en el cristiano vive o mora el Espíritu Santo de Dios y quiere ser también
nuestro mejor amigo. Uno que nos aconseja, enseña, anima y procura que cada día
nos acerquemos más a la voluntad perfecta de Dios. Anhela además que
conozcamos los dones del Espíritu Santo. Es Aquel que nos puede
ayudar a ser más como Cristo, él es el bendito Consolador.
3) “Entonces Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro
Consolador (Intercesor) para que esté con ustedes para siempre; es decir,
el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni Lo ve ni Lo
conoce, pero ustedes sí Lo conocen porque mora con ustedes y estará en
ustedes” Juan 14:16-17.
4) Debemos en
primer lugar definir la palabra "Consolador" a la luz del Nuevo
Testamento. "Consolador" es un término traducido de la palabra griega
“parakletos” que literalmente significa: llamado al lado de uno, intercesor,
abogado, auxiliador, ayudador, consejero, uno al lado para ayudar.
5) La Biblia nos
enseña en el Antiguo Testamento que cuando aparece el término consolador,
aparece en relación con la obra protectora de Dios hacia su pueblo, pero es en
el Nuevo Testamento donde se revela el Consolador, el Espíritu Santo de nuestro
Dios.
El
Señor Jesús enseñó acerca del Consolador, el Espíritu Santo:
6)
En los
evangelios el Señor Jesucristo enseñó la importancia de la persona y obra del
Espíritu Santo. Debemos recordar que nuestro Señor Jesucristo dijo: “el Padre
os dará otro Consolador” (el término “otro” es traducido del
griego “allos” que significa otro de la misma clase).
7)
Podemos ver
que el Señor Jesús fue quien estuvo con ellos, les enseñó, los defendió y guió,
ahora anuncia que vendrá otro Consolador, entonces el Espíritu Santo quiere
hacer con nosotros, lo que Jesús hizo con los doce, es decir enseñar, instruir,
acompañar, corregir, guiar, animar, entre otras cosas.
8)
El término
“Parakletos” es una palabra que se usaba en las cortes de justicia griegas
para denotar a un asistente legal, un defensor, un abogado; de ahí,
generalmente, el que aboga por la causa de otro, un intercesor, abogado,
defensor.
9)
Ante ciertas
circunstancias, como cuando la persona no tenía con que pagar su defensa,
buscaba alguien en su comunidad con influencia, autoridad y respaldo
patrimonial para que lo acompañara y defendiera en el juicio (por eso dice el
versículo bíblico: “para que esté con vosotros para siempre".
10) Es muy
importante ver que el Señor Jesús utilizó éste término (Consolador) para
referirse al Espíritu Santo cuando estaba sólo con los discípulos, no estaban
allí las multitudes que le seguían. Esto ocurre en la cena del aposento alto.
La narración del capítulo trece al diez y siete del Evangelio de Juan, nos
muestra lo ocurrido durante la cena de Jesús con sus discípulos en aquel lugar.
Dios
anhela y requiere intimidad con sus hijos.
1)
La cena para
los judíos es un momento de intimidad. Solo estaban Jesús y los once: según
Juan 13:26-30, Judas ya se había retirado: Entonces
Jesús respondió: "Es aquél a quien Yo le dé el pedazo de pan que voy a
mojar." Y después de mojar el pedazo de pan, lo tomó y se lo dio a Judas,
hijo de Simón Iscariote. Y después de comer el pan, Satanás entró en
él.
2)
Entonces Jesús le dijo: "Lo que vas a hacer, hazlo pronto." Pero
ninguno de los que estaban sentados a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque
algunos pensaban que como Judas tenía la bolsa del dinero, Jesús le decía:
"Compra lo que necesitamos para la fiesta," o que diera algo a los
pobres. Y Judas, después de recibir el bocado, salió inmediatamente; y ya era
de noche”.
3)
Como podemos
ver, entonces la revelación del Espíritu Santo como Consolador se da a los
once, porque la Escritura dice: “cosa que ojo no vio, ni oído oyó, son las que
Dios ha preparado para los que le aman”. Por eso podemos concluir que es
revelado en un momento de intimidad con el Señor Jesucristo.
4)
Vemos además
que nuestro Señor Jesucristo se está despidiendo, y les dice: “no os dejaré
huérfanos” Juan 14:18. Huérfanos es traducido del griego “orfanós” que
significa: sin padres, afligido, desamparado, persona sin amigos.
Jesús Los hace conscientes que no se quedarán solos, vendrá el otro Consolador,
el Espíritu Santo para instruirlos, acompañarlos, guiarlos y ungirlos en la
nueva misión a todas las naciones y pueblos del mundo.
5)
La Biblia nos
enseña que el amor de Dios por sus hijos es tan grande que vino él mismo a
salvarnos, y luego viene a morar en nosotros por el Espíritu Santo. Él anhela
darse a conocer y desarrollar una profunda amistad con cada uno de nosotros,
permitamos pues su obra en cada uno de nuestros corazones.
Además de
éste artículo, te invitamos a leer otros sermones que bendecirán tu vida:
El Señor Jesús no dejo solos a sus discípulos, sino
que es envió el Consolador. La obra del Espíritu Santo de Dios en cada uno de
nosotros es maravillosa. Al leer el Libro de los Hechos vemos las cosas que el
Espíritu Santo hizo con ellos, los grandes milagros, maravillas, y señales
entre el pueblo.
Pero ante todo, podemos ver las grandes
transformaciones de Dios en las vidas de los apóstoles, por ejemplo el indeciso
e inconstante Pedro, no solo se convierte en el líder del avivamiento en
Jerusalén que gano miles de almas para Cristo, sino en un hombre valiente,
osado y firme.
“Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el
Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo
lo que yo os he dicho”, Juan 14:26.
Veamos la diversidad de la obra del
Espíritu Santo como Paracletos o Consolador:
a) Acompañamiento:
Recordemos que la primera expresión del significado de Consolador, del griego
“Parakletos” es uno que acompaña, que está al lado. El temor que vino sobre los
discípulos al saber que Jesús se iba, es el que viene muchas veces al creyente
ante un futuro incierto, pero así como los discípulos del Señor por el poder
del Espíritu Santo avanzaron y vencieron, nosotros podemos avanzar y vencer
todo obstáculo.
b)
Enseñanza:
Juan 14:26 "Pero el Consolador
(Intercesor), el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en Mi nombre, Él les
enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he dicho”. La
frase: “Él os enseñará”, nos quiere decir él hará las veces de maestro, pues es
el enviado de Dios al creyente para que sea instruido. No sólo me revela la
Biblia, sino que me enseña e instruye acerca de la vida en el espíritu, para
caminar en victoria. Es nuestro maestro en el día a día.
c)
Da
testimonio: Juan 15:26 “Cuando venga el
Consolador, a quien yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de verdad que
procede del Padre, El dará testimonio de Mí”. Consideremos primero el
término “testimonio” traducido del griego “marturéo” (raíz de la palabra
mártir, aquí podemos recordar a aquellos que murieron dando testimonio de
Cristo), término que además significa: testificar, ser testigo, afirmar,
ratificar, hablar favorablemente, aprobar.
d)
El testimonio
del Espíritu Santo a nuestro espíritu humano renacido, requiere silencio,
mansedumbre, anhelo de ser oído (ser percibido en el espíritu), por eso es
llamado aquí también: el Espíritu de verdad, para que el creyente no sea
engañado por el padre de mentira: el diablo. Debemos ser
guiados por Dios.
e)
Santificar y
revelar la herencia de Dios en Cristo, Juan 16:8-13 “Y cuando El venga, convencerá (culpará) al mundo de pecado, de
justicia y de juicio; de pecado, porque no creen en Mí; de
justicia, porque Yo voy al Padre y ustedes no Me verán más; y de juicio,
porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado.
Aún tengo muchas cosas que decirles, pero ahora no las pueden soportar. "Pero
cuando El, el Espíritu de verdad venga, los guiará a toda la verdad, porque no
hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará
saber lo que habrá de venir”.
f)
El Espíritu
Santo convence al mundo de su condición pecadora, pero también redarguye al
creyente cuando va por malos caminos. El Espíritu Santo no habla por su propia
cuenta, sino que habla lo que oye decir al Padre y al Hijo, y revela la
herencia del Padre para sus hijos.
g)
El Espíritu
Santo es el Consolador enviado por el Padre y por el Hijo, ha venido para
guiarnos a toda verdad, para enseñarnos, aconsejarnos y para revelar la
herencia de los hijos de Dios en Cristo Jesús. Todas éstas cosas deben
llevarnos a valorar los dones del Espíritu Santo y su obra en medio
nuestro.
Reflexión:
La obra del Espíritu Santo en el
cristiano. Escrito para los dones del Espíritu Santo.
La palabra
de Dios nos enseña que en el momento en que el apóstol Pablo llegó a la ciudad
de Éfeso le preguntó a los discípulos que estaban allí: “¿recibisteis el
Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos respondieron: “ni siquiera hemos oído
si hay Espíritu Santo”.
Lo que
podemos ver en las palabras de estos discípulos es un gran desconocimiento
acerca de la obra y persona del Espíritu Santo de Dios. Conocer su carácter y
los dones del Espíritu de Dios es muy importante.
La Escritura
nos enseña que nuestro Señor Jesucristo ascendió a los cielos y está sentado a
la diestra del Padre celestial y volverá por segunda vez para recoger su
iglesia y establecer su gobierno. Por lo tanto, en estos momentos, nos
encontramos en el ministerio terrenal del Espíritu Santo actuando poderosamente
en y a través de la iglesia del Señor.
El Señor
Jesús nos dice en el evangelio según San Juan que él no nos dejaría solos ni
huérfanos, Jesús envió al Espíritu de Dios, quien ahora vive en cada hijo de
Dios.
Por
todo esto, es muy importante conocer la obra, carácter, dones y fruto del
Espíritu Santo, él debe ser nuestro mejor amigo, él es nuestro Consolador, y
desea ungirnos y capacitarnos para hacer la buena voluntad de Dios.
Como
miembros del cuerpo de Cristo y como cristianos, debemos desear lo que Dios ha
diseñado para nuestra vida, y por supuesto los motivos deben ser correctos, es
decir, todos debemos procurar dar honor y gloria a Dios.
La palabra
de Dios nos enseña que nosotros debemos glorificar a Dios en todas las cosas.
Nuestro gozo y deseo debe ser que él brille, y que su gobierno se establezca en
la tierra; y uno de los tesoros que el Señor nos ha dado son los dones del
Espíritu Santo.
Y la
misma palabra del Señor nos enseña que debemos procurar los dones mejores, pero
ante todo debe guiarnos el amor, éste es el poder esencial del reino de Dios, y
la diferencia con el reino de las tinieblas. Dios es amor, y nos ha dado su
Espíritu Santo para llevar ese amor, para llevar su palabra y bendición por las
naciones de la tierra.
Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria para “Los dones del Espíritu Santo”.
.

Conociendo
al Espíritu Santo
1)
Conocer al
Espíritu Santo de Dios es esencial en la vida de cada cristiano. Cuando Pablo
llegó a la ciudad de Éfeso les pregunto a doce discípulos que halló:
¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos dijeron: Ni siquiera
hemos oído si hay Espíritu Santo. Que impresionante respuesta.
2)
Pero la
pregunta hoy día podía ser: ¿Qué tanto conocemos y sabemos del Espíritu Santo?
Somos templo de él, nos unge y capacita, anhelamos Su presencia en cada reunión
y momento de nuestra vida. Sin embargo ¿tenemos amistad con él? El Espíritu nos
anhela celosamente dice la Biblia.
Pablo bautizó aquellos discípulos, luego oró por ellos y entonces hablaron en
lenguas y profetizaban (Hechos 19:6). Es fundamental y necesario conocer al
Espíritu de Dios, saber cómo habla y actúa. Gracias Dios por darnos tu
Espíritu Santo.
3)
Lucas 11:13
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo
pidan?”.
4)
Las Sagradas
Escrituras nos presentan una amplia variedad de nombres o designaciones en
referencia al Espíritu Santo de Dios, las cuales son muy importantes para la
comprensión de Su naturaleza y el desarrollo de Su obra.
5)
Por ejemplo
al Espíritu Santo también se le llama: Espíritu de gracia, Espíritu de verdad,
Espíritu de adopción, Consolador, entre otros. Los títulos y los símbolos del
Espíritu Santo nos revelan su esencia y naturaleza, los títulos nos revelan su
persona y los símbolos su obra, su hacer.
6)
El título
“Espíritu Santo” expone el carácter moral del Espíritu de Dios. Él es el autor
y promotor de la santidad. A Él ha sido encomendada la obra de ejecutar
santidad divina en toda la creación y en el hombre mismo. Este título “Espíritu
Santo” pone el énfasis no sobre la persona divina, sino sobre el poder
transformador, la manifestación y operación del Espíritu Santo en cada persona.
7)
Es muy
importante tener presente aquí que la palabra Espíritu es traducida del término
griego “Pneuma” que significa también soplo, aliento, viento; y el término
Santo es traducido del griego “hagios” que también significa: consagrado,
dedicado, apartado. Podemos entonces concluir varias cosas del Espíritu Santo a
la luz de estos significados y traducciones:
Ø Es quien nos inspira a hacer lo correcto delante de
Dios.
Ø Produce dentro de nosotros la conciencia de que
estamos consagrados al Señor.
Ø Genera en el corazón del hijo de Dios el deseo de
apartarse de lo que está mal.
8)
Todas estas
cosas nos hablan de la obra de Dios en el corazón del creyente que lo lleva a
buscar aquello que agrada al Señor y lo motiva o impulsa para rechazar lo
que no está de acuerdo a la naturaleza pura y limpia del reino de los cielos.
9)
Podemos ver
la acción del Espíritu Santo de Dios cuando pensamos en desobedecer al Señor, o
cuando le estamos dando lugar a la tentación, o cuando nuestro corazón ha
descuidado su primer amor por Dios.
10)
El Espíritu
de Dios levanta su voz en nuestro ser interior haciéndonos experimentar su
testimonio, sentimos rechazo, tristeza, frustración o prevención con aquellas
situaciones cuyo final será doloroso.
11)
Entonces es
allí cuando debemos oír su consejo y apartarnos de lo malo. Es pues el Espíritu
que el Padre ha puesto en sus hijos para que caminen en Su voluntad y hagan
diferencia entre lo bueno y lo malo.
12)
El Espíritu
Santo de Dios capacita al cristiano para amar en realidad, por eso puede
tolerar, perdonar, interceder de corazón por otros, servir a los demás y
alcanzar a otros para Cristo, ante todo amar y luchar por su familia: “porque
el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo
que nos fue dado” (Romanos 5:5). Vemos una vez más que los nombres del Espíritu
de Dios nos revelan Su naturaleza, esencia y carácter.
Hoy día vemos que los hombres de ciencia se
sorprenden ante los descubrimientos y hallazgos de nueva vida submarina en las
profundidades de nuestros océanos; mucho más maravilloso y benéfico es para el
creyente conocer la maravillosa personalidad y obra del Espíritu Santo de Dios.
Debemos procurar el carácter y los dones del Espíritu Santo en
nosotros.
¿CÓMO
RECONOCER LA VOZ DEL ESPÍRITU SANTO?
“Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo” le
dijeron ciertos discípulos a Pablo al llegar a Éfeso. Es una situación que
guarda mucha relación con la realidad de la iglesia hoy día.
1)
¿Qué tanto
conocemos al Espíritu Santo de Dios? ¿Tenemos una verdadera amistad con él?
¿Cuáles son y cómo funcionan los dones del Espíritu Santo en nuestra vida?
¿Esas manifestaciones del Espíritu están diseñadas para todos los cristianos?
¿Qué es la unción y cómo usarla para la gloria de Dios? ¿Qué es la profecía y
como examinarla? Es necesario desarrollar una mayor intimidad con el Espíritu
Santo y conocerlo.
2)
Podemos ver
por la Biblia que la realidad del Espíritu Santo y su profundo deseo de
comunicarse con el cristiano es una verdad que debe conocer todo hijo de Dios.
Conocer la voz y dirección del Espíritu Santo es esencial para alcanzar los
planes del Señor en la tierra. Por eso también dice la Escritura:
3)
“¿O pensáis
que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros
nos anhela celosamente?”
4)
Éste
conocimiento y verdad debe despertar en nuestros corazones un mayor deseo por
conocer al Señor, sus secretos, su naturaleza y poder, y guiados por el
Espíritu Santo caminar en una nueva vida espiritual. Los cielos hacen un
llamado a tu corazón para caminar con el Señor en otro nivel del espíritu y ser
un instrumento de bendición para muchos otros.
5)
Debemos
recordar aquí que cuando Noé vio que las aguas se retiraban de la faz de la
tierra envió una paloma la cual volvió al arca porque no encontró donde
descansar. Luego volvió a enviarla y trajo una rama de olivo en su pico, y por
tercera vez la envió y no volvió más. La paloma es símbolo del Espíritu Santo
de Dios y las aguas representan el juicio del Señor sobre nuestro paneta.
6)
La Biblia nos
enseña como el Espíritu vino sobre Jesús en su bautismo en forma de paloma
porque halló donde reposar, y luego por la obra del Señor Jesús en la cruz fue
derramado el Espíritu sobre los ciento veinte que se habían arrepentido.
7)
Hoy día el
Espíritu Santo sigue derramándose sobre todo aquel que cree que Jesucristo es
el Señor y Salvador. Somos templo o morada del Espíritu de Dios y por eso es
fundamental conocer todo lo que nos sea posible acerca de Aquel que mora en
nuestro ser.
8)
El Señor no
cambia y por eso lo que el Espíritu Santo de Dios hizo ayer, quiere seguir
haciéndolo hoy. Él quiere derramar de su poder sobre los hijos de Dios y
conducir la iglesia hacia los diseños y planes del Señor. El Espíritu Santo
sigue hablando hoy, conoceremos su voz y dirección en la íntima amistad o
comunión con él.
El libro “EL LENGUAJE DEL ESPÍRITU SANTO” está
compuesto por temas tan importantes como: Los dones del Espíritu Santo, la
unción, la profecía, la revelación de sus nombres y símbolos, el bautismo en el
Espíritu y por qué las lenguas, el carácter y la unción, el Espíritu Santo en
la vida y ministerio de Jesús, entre otros. Puedes ver y adquirir el libro aquí
en: EL LENGUAJE
DEL ESPÍRITU SANTO.
¿Cómo
identificar la voz del Señor?
Dios ha querido siempre guiar a cada uno de sus
hijos, lamentablemente éstos terminan tomando sus propias decisiones y
siguiendo su propio sendero. Esto lo vemos desde el comienzo de la humanidad,
cuando Adán a pesar de conocer la voluntad de Dios hizo según su propio
corazón. Ahora el Señor ha enviado su Santo Espíritu para hablarnos y guiarnos.
La pregunta es ¿Cómo reconocer la voz o dirección del Espíritu Santo? Veamos
algunos fundamentos:
Por creación divina el
ser humano puede percibir tres voces: La voz de Dios. La voz del diablo y
su propia voz (la voz humana).
¿Cómo reconocer o discernir la voz divina?
a) Mediante las Sagradas
Escrituras, Salmo 119:105.
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi
camino.”
La historia nos enseña
que las lámparas de los hebreos en aquel tiempo eran construidas en diferentes
materiales desde el barro hasta el mismo oro, pero todas estas funcionaban con
el mismo combustible: aceite de olivas (punto muy significativo al considerar
que éste es símbolo del Espíritu Santo).
Por supuesto, cómo es
lógico la lámpara no se requiere de día, pues todo es claro y fácilmente se
identifica. Cuando aparece la noche (figura de tinieblas) usamos entonces la
lámpara.
La Palabra de Dios es
lámpara e ilumina nuestro camino, cuando aparecen las tinieblas es necesario
iluminar el camino para seguir, las tinieblas (espirituales) son despejadas
mediante la luz de la lámpara, esto es la Palabra de Dios equipada con aceite
de olivas (es decir la unción y poder del Espíritu Santo de Dios).
b) Es confirmada a través de
la paz del Señor (1 Corintios 14:33, Colosenses 3:15).
“pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz”
“Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones”
Dios confirma su buena voluntad impartiendo a
nuestro corazón su paz, aquella que sobrepasa todo entendimiento, esa paz
interior nos asegura que estamos avanzando hacia la voluntad del Señor.
Por eso no es bueno tomar decisiones en momentos de
afán o ansiedad, más bien debemos procurar la calma en el corazón y permitir
que “la paz de Dios gobierne nuestros corazones”.
c) No te apresures
(Proverbios 25:8; 21:5).
“No entres apresuradamente en pleito, no sea que no
sepas qué hacer al fin, después que tu prójimo te haya avergonzado”
“Los pensamientos del diligente ciertamente tienden
a la abundancia; mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la
pobreza”
El Señor Jesús mismo nos
lo enseña: “No os afanéis”. La ansiedad y el afán pueden llevarnos a tomar
malas decisiones y afectar no sólo nuestra vida sino la de nuestra familia, y
provocar graves daños para nuestro futuro.
No debemos tampoco ser
pasivos en extremo sino prudentes y caminar en los tiempos de
Dios.
d) Déjate guiar por el amor del Señor (1 Cor.
13:13 y 14:1).
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor,
estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” “Seguid el amor”.
Esto nos permite concluir
que nuestras decisiones no deben ser impulsadas o motivadas por la ira, el
enojo, el resentimiento, los deseos de venganza, o por la soberbia.
e) El testimonio del
Espíritu Santo en nuestro corazón es fundamental (Romanos 8:14, 16).
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, éstos son hijos de Dios” “El Espíritu
mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”.
El testimonio del
Espíritu Santo es aquella voz interior o “pequeños toques” en nuestro corazón
mediante los cuales el Espíritu nos dice que hacer o nos advierte de los
peligros y enemigos. A través del testimonio interior Dios nos dice sí o no y
de ésta manera podemos comprobar cuál es Su buena voluntad, agradable y
perfecta.
Reflexionemos en nuestra composición:
a)
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza
(Génesis 1:26-27) “Entonces dijo
Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en
toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios
al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”
b) Nuestro Dios es Espíritu,
y precisamente por esto el ser humano es un espíritu con cuerpo, más que un
cuerpo con espíritu. Entonces el ser humano ha sido diseñado por Dios para ser
más espiritual que físico o sensual (guiado por los sentidos).
c)
Por eso la Escritura nos dice: “porque por fe
andamos, y no por vista”. También por eso vemos que Adán tenía plena comunión
con Dios y Su presencia se paseaba por el huerto al aire del día (Génesis 3:8).
d)
El ser humano es un criatura tripartita, y cada una
de sus partes tiene la facultad de la comunicación (1 Tesalonicenses 5:23) “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo;
y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la
venida de nuestro Señor Jesucristo”.
e)
Dios es trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, por
eso el hombre creado a su imagen y semejanza está compuesto también por tres
partes y cada una de ellas ha sido equipada por el Señor para comunicarse:
1) La voz del
espíritu es la conciencia,
2) La voz del alma es el
razonamiento,
3) La voz del cuerpo está
en los sentidos.
El cuerpo está compuesto
básicamente por: Nueve sistemas (muscular, óseo, respiratorio, digestivo,
excretor…). Sus elementos constitutivos son: hidrógeno, oxígeno, carbono,
nitrógeno, calcio, fósforo, cloro, potasio, hierro, silicio, azufre, magnesio,
otros.
Es muy interesante tener
en cuenta que estos componentes o materiales se encuentran en la tierra, y debe
ser así ya que: “el hombre fue hecho del polvo de la tierra”. Entonces el ser
humano por diseño tiene la capacidad de comunicarse con la tierra, esto era
necesario pues le fue entregada para administrarla.
Su comunicación con el exterior se da a
través de los sentidos.
El alma está compuesta por
la mente, las emociones y la voluntad. El alma es el asiento de nuestros
afectos y decisiones. Por eso la Biblia nos anima a rendir nuestra alma a Dios
completamente: Una mente renovada por la palabra de Dios, unas emociones
gobernadas por la madurez del espíritu y una voluntad sometida al señorío de
Cristo.
El espíritu humano realiza en esencia
tres funciones:
a) La intuición: esto es recibir el
conocimiento claro e instantáneo, sin participación del razonamiento, que llega
al espíritu humano por el Espíritu Santo. 1 Cor. 2:9–12
“sino como está escrito:
"cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han entrado al corazón del hombre,
son las cosas que dios ha preparado para los que lo aman" Pero Dios nos
las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun
las profundidades de Dios. Porque entre los hombres, ¿quién conoce los
pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?
Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios”.
b) La comunión: es la facultad del
espíritu nacido de nuevo para comunicarse con Dios, es allí donde puedes
hablarle y escuchar su voz. Es más que comunicación, esto es intimidad con el
Señor. Juan 4:23-24
“Pero la hora viene, y ahora es,
cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad;
porque ciertamente a los tales el Padre busca que Lo adoren. "Dios es
espíritu, y los que Lo adoran deben adorar en espíritu y en verdad”. También léase Mateo
26:41.
c) La conciencia: esta es la facultad del
espíritu para corregir y reprender la desobediencia en nuestro corazón.
Entonces la conciencia es el espacio donde el Señor expresa su santidad; es
donde el Espíritu Santo deja escuchar su voz corrigiendo al hijo de Dios.
Romanos 9:1 “Digo la verdad en Cristo, no
miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo”, también léase 2
Corintios 1:12.
Según Juan 14:26 y
16:12-15, el Espíritu de Dios quiere y tiene muchísimas cosas que enseñarnos.
Debemos crecer en la comunión con Él, y por su gran amor, quiere guiarnos en
victoria y hacia sus bendiciones.
"Aún tengo muchas cosas que decirles, pero ahora no las pueden soportar. "Pero
cuando El, el Espíritu de verdad venga, los guiará a toda la verdad, porque no
hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará
saber lo que habrá de venir. "El Me glorificará, porque tomará de lo Mío y
se lo hará saber a ustedes. "Todo lo que tiene el Padre es Mío; por
eso dije que Él toma de lo Mío y se lo hará saber a ustedes”. Juan 16:12-15.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria – Los dones
del Espíritu Santo –
Los dones del Espíritu Santo desde el capítulo uno de la Epístola de Pablo a los Corintios:
CAPÍTULO 1 de la 1ª Carta a los Corintios:
SALUDOS Y CONSEJOS APOSTÓLICOS
a) Saludo de Pablo (1:1-3)
Pablo destaca su llamado por la voluntad de Dios, haciendo esto quizá por aquellos que rechazaban o no reconocían la autoridad del apóstol. La frase “a la iglesia de Dios” nos recuerda que la iglesia es de él, no de Pedro, ni de Pablo sino de Dios.
La expresión “a los santificados en Cristo Jesús” no quiere decir perfectos sin pecado, más bien hace referencia a los llamados o apartados para Dios en Cristo, por eso también dice Pablo “llamados a ser santos” esto es llamados a apartarse del pecado.
b) Acción de gracias (1:4-9)
Se destaca como por la gracia de Dios la iglesia de Corinto había sido enriquecida con diversas capacidades divinas: palabra, ciencia y todos los dones del Espíritu Santo, pues nada faltaba en ningún don.
La frase “esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo” nos recuerda que el servicio a Dios debe mantener una actitud de expectativa y responsabilidad ante Su venida.
Podemos seguir y servir al Señor pues “fiel es Dios” para confirmarnos hasta el fin. Todos somos llamados a la comunión con Cristo e inevitablemente los unos con los otros, y evitar así los grupos partidistas dentro de la iglesia.
c) Disensión dentro de la iglesia local (1:10-17).
Dentro de la iglesia de Corinto había contiendas. Por eso Pablo comienza exhortándolos a la unidad de mente y de parecer. La expresión “perfectamente unidos” en el griego hace referencia a la acción de ajustar, restaurar, remendar y completar. Habla de un ordenamiento y disposición correcta.
La iglesia estaba formando grupos y había quienes decían ser de Pablo (el apóstol fundador), otros de Apolos (el elocuente y pulido predicador), otros de Cefas (Pedro, el apóstol que había estado con Jesús y representaba la iglesia de Jerusalén) y había quienes decían ser de Cristo (y por tanto menospreciaban a los otros, no reconociendo su autoridad y ministerio).
Podemos ver entonces que seguían a cada uno según sus preferencias, menospreciando a los otros, fomentando así la división dentro de la misma iglesia. El apóstol señala que todos estaban equivocados. Por eso veremos que Pablo hace énfasis en la unidad del cuerpo, y presenta la diversidad como una gran bendición de Dios.
d) Cristo es sabiduría y poder de Dios (1:18-25).
El mensaje de la cruz para quienes se pierden es una locura, y esto es una constante, pues lo fue en tiempos del apóstol Pablo y hoy también.
Precisamente todos esperaban grandes señales, un gran general con miles de soldados para liberarlos del imperio romano o acompañado de una gran sabiduría terrenal, nunca antes escuchada; pero tropezaron en Aquel “despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto, sin parecer, ni hermosura” Isaías 53:2-3.
Los judíos pedían señales y los griegos buscaban sabiduría, pero fueron los “llamados” (todos los convocados a la salvación) quienes encontraron en Cristo, el poder y la sabiduría de Dios. Aunque Cristo en sí es una bendición, sin cruz no podía salvar. Cristo es el secreto revelado por Dios a los llamados. Ricas y grandes revelaciones Dios las esconde detrás de cosas sencillas, donde los de corazón manso y sencillo las hallarán.
e) Cristo es la gloria del hombre (1:26-31)
Al mirar la iglesia de Corinto no hallaríamos muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles pues fueron llamados o escogidos no por virtudes o capacidades humanas sino por la misericordia de Dios.
Es definitivamente por Cristo que estamos en él. En el Hijo de Dios encontramos la verdadera sabiduría, quien nos justifica, santifica y redime para ser propiedad solamente suya y caminar en Su plan diseñado desde antes de la fundación del mundo. Todo esto nos lleva a concluir entonces que nuestra gloria es Cristo mismo.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. - los dones del Espíritu Santo.